Mientras las temperaturas bajan y se aproxima el frío más crudo del año, en Comandante Luis Piedra Buena muchas familias siguen esperando algo tan básico y esencial como el acceso al gas natural. Años de promesas que nunca se concretan, discursos vacíos que solo aparecen en época de elecciones, pero que desaparecen cuando llega el momento de cumplir.
Barrios enteros aún no cuentan con conexión a la red de gas. Familias que tienen que arreglárselas con garrafas cada vez más caras, leña o calefacción eléctrica, que no solo es costosa sino también riesgosa. Esto no es solo una cuestión de comodidad: es un derecho básico que afecta la salud, la seguridad y la dignidad de las personas.
La gestión municipal actual, encabezada por la intendenta Analía Farías, ha hecho múltiples promesas desde su llegada, pero en los hechos concretos no se ha avanzado en soluciones reales. La falta de planificación, gestión y compromiso con los sectores más postergados es evidente. El municipio tiene la responsabilidad de garantizar condiciones dignas para todos sus vecinos, especialmente en épocas donde el frío puede ser letal.
La gente de Piedra Buena votó por un cambio. Un cambio que nunca llegó. El desencanto y la frustración crecen porque mientras se inauguran obras vistosas para la foto, lo esencial sigue sin resolverse.
El acceso al gas no puede seguir siendo un privilegio. Es una necesidad. Es un derecho.
Este invierno no debería encontrar a ninguna familia sin la calefacción que necesita para vivir dignamente.
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