
La estrategia de la pobreza: cuando culpar al gobierno nacional es más rentable que gestionar
30/05/2025
En lugar de asumir la responsabilidad de gobernar con compromiso y trabajar por el bienestar real de sus provincias, muchos dirigentes locales optan por una estrategia ya conocida: el llanto y la victimización. Culpan al gobierno nacional de todos los males mientras evaden su rol fundamental, que es gestionar con eficacia los recursos que tienen a su disposición.
La realidad es clara: hay cosas que pueden hacerse desde las provincias, pero simplemente no las hacen. ¿Por qué? Porque mantener a la gente en la pobreza y la ignorancia les resulta políticamente conveniente. Una población vulnerable es más fácil de manipular y más proclive a creer promesas vacías.
Durante más de dos décadas, en lugar de construir sistemas de salud dignos, garantizar una educación de calidad o generar empleo genuino, muchos gobernadores solo han hecho fortunas personales. La desigualdad se ha profundizado, pero sus patrimonios no han parado de crecer.
Ahora, en vez de rendir cuentas, vuelven con el discurso de siempre: "La culpa es de Buenos Aires", "el ajuste es del gobierno nacional", "nos recortan". Pero ¿dónde estaban ellos cuando tenían los fondos? ¿Qué hicieron con las oportunidades que tuvieron?
Es hora de que los ciudadanos exijan más de sus dirigentes locales. Que dejen de comprar el discurso fácil y comiencen a exigir gestión, transparencia y resultados reales. Porque la solución no está en llorar, ni en echar culpas, sino en trabajar con responsabilidad.